28 enero 2009

mEmOriAs del niÑo mAlo cAp I: A los seis años una cuatrimoto me pasó por encima.


A los seis años una cuatrimoto me pasó por encima. Era 1996 cuando mis padres -imagino rendidos ante mis lloriqueos infatigables- decidieron por fín llevarme a conocer el tan sonado Parque de Las Leyendas.
Ahora, doce años después, evoco aquel capítulo, lejos de con cierto temor, con gran simpatía y hasta nostalgia, pues sería el primero de una larga serie -cual novela de folletín- , donde, por andar de desobediente, terminaría metido en problemas.
La imagen de aquella tarde no la tengo completa por evidentes motivos, pero creo guardar lo esencial como para dar cuenta de cómo terminé en los brazos de mi padre, bañado en tierra.
Habíamos pasado toda la mañana viendo a la jirafa (actualmente difunta), al elefante (actualmente difunto también) y a la anaconda (esa o bien está difunta o bien está prófuga pero en su caja de vifrio no está y no me vengan con eso de que la mímesis, porque no me lo creo) . Efectivamente, todo había andado de lo más normal hasta que mi papá me hizo la pregunta de rigor, una pregunta que él SIEMPRE me hacía y a mi me llenaba de ansias responder ,pues me hacía sentir valiente y merecedor de su orgullo.

"Hijo, a ver, ¿Qué vas a ser de grande?"
"Yo voy a ser cachaco papá, yo voy a ser cachaco como rambo"
"Muy bien hijo, muy bien"

Ahora que lo pienso, se me hace extraño pensar que mi papá pensara en ese tiempo que un niño tan alocadito y poco disciplinado como yo podría algún día haber representado a la patria. Probablemente no lo creía, y tan solo jugaba a creerlo porque era consciente de lo mucho que yo disfrutaba de las películas de guerras y aviones. De todos modos, veo ahora aquello como una complicidad secreta llena de nobleza y cariño.

"Pues bien" dijo mi papá "entonces vas a pilotear una nave"
En aquel tiempo había en el Parque de las Leyendas un circuito de arena donde, por la suma de cinco soles, te hacías acreedor a tres vueltas en una de las coloridas cuatrimotos. Tan solo ver a los demás niños colocándose los cascos y montando aquellos vehículos el entusiasmo me asaltó por completo.

Tengo fuertemente grabada aquella imagen en que, mediante súplicas y apelaciones de todo tipo, mi mamá, temerosa -siempre ha sido una persona muy precavida- rogaba a mi papá desistir de una decisión tan poco racional y hasta homicida. Pero éramos dos contra uno -porque para entonces yo también me había contagiado de la euforia de subirme a una cuatrimoto- de modo que solo le quedó aceptar estoicamente "nuestra" decisión, sin saber lo que diez minutos después ocurriría...

CONTINUARÁ...

Krlos!!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

se ve espantoso eso de uysaqr letras grandes y chicas al mismo tiempo, parece un blog de neño.

Anónimo dijo...

se ve espantoso eso de usar letras grandes y chicas al mismo tiempo, parece un blog de niño.

. dijo...

Muchas gracias por la sugerencia, aunque me parece que deberías informarte más sobre muchas de las formas de usar las palabras. El cubismo, por ejemplo, priorizaba la palabra como objeto -físico-, buscando formas distintas. Muchos poetas lo hacen también, de modo que eso de relacionar usar mayúsculas y minúsculas con "un blog de niño", no me parece tan acertado.
Gracias por comentar.

Pablo Villanueva H. dijo...

qué tierno Carlitos... Pero hace días que ya no publicas algo nuevo. Necesitasd un jalón de orejas.

Anónimo dijo...

caray...ninio.. cmo continuara.. no m gusta l suspenso dbs sabrlo.. n fin spro m trmines d contar lo q paso.. oki.. kisses..!!-tu nerita.. =)

Anónimo dijo...

BUENA PROFE