04 junio 2009

Reflexiones del hijo pródigo :junio a mediados de mayo, y un poquito de junio, también...

EN ALGUNO de sus escritos, el poeta mexicano Homero Aridjis -ese pedazito de hombre condenado a tener tatuada en el rostro la expresión de "buena gente", escribió acerca de junio: "Amo este tiempo /donde los perros son sagrados/ y los insectos titubean en los vidrios". Lo he recordado hoy, no por ser un asiduo lector de poesía, mucho menos de SU poesía -salvo casos contaditos que incluyen un Góngora o un Neruda, no leo un poemarío completo pero ni a patadas-, y más bien apropósito de la limpieza bimestral de mi estante de libros edición VI; y aunque me encantaría blablablear y blablablear sobre lo mucho que me irritan las polillas (corrección, las bolitas que dejan, esas chiquitas pues, las mismas que se incrustan en mis libros y me producen una alergia espantosa y por tanto una tos de agonizante), me he impuesto -ya era hora, también- hablar solo de lo que me he propuesto y sin mirar a ningún lado, como quien dice ir derechito hasta el final y sin mirar pa tras ni pal costao.

El poema de Aridjis no me ha hecho amar más al sexto mes, ni tampoco ha estimulado un gramo de mi sensibilidad, pero lo que sí ha hecho -nada más contrario a sus intenciones, probablemente- es hacerme reflexionar en torno a MI mes de junio, que -hay que decirlo, por rarísimo que suene- empezó en la quincena de mayo. Mes de junio, me he puesto a pensar y como quien hace un inventario fotográfico he ido acordándome de las cosas más narrables. Pues bien, arranquemos:


En el presente mes casi me atropella un tico, fallecieron dos de mis pecesitos (Edipo y William), intoxicados por la galleta de soda que mi siempre atinado hermano metió a la pecera; tuve una semana de vacaciones en el trabajo; devoré Los indiferentes de Alberto Moravia, La fiesta del Chivo de Vargas Llosa y El gran Gatsby de Fitzgerarld; se me perdieron cien soles, me encontré otros cinco en una combi y por si fuera poco una mujer casi me pega con un pedazo de manguera por querer comprarle un triángulo donofrio con esa cabalística moneda (solo entonces me enteré que estaba falsa, lo juro), presenté un libro y retomé mi gusto por la guitarra, y también estuve al borde del pánico hasta en tres oportunidades pensando, -y es que soy un paranoico- haber contraído la gripe porcina esa de la cual todo el mundo me habla, por suerte solo eran resfriitos pasajeros.


!Vaya mesesito! Nada más opuesto al "Amo este tiempo/ donde los perros son sagrados/ y los insectos titubean en los vidrios" del mexicano. Yo no me encontré perros sagrados ni insectos titubeando en los vidrios, mas bien polillas cenándose mis libros !malditas!, en fin...

Krlos!!


POSDATA: TAMBIÉN QUERÍA ESCRIBIR ALGO DEL CIELO PERO ME GANÓ LA PEREZA, VAMOS, ¡SOMOS HUMANOS! En fin, para otra será (y debo recordarme a mí mismo que queda pendiente lo de las polillas!!)

2 comentarios:

- dijo...

Muy larga la intro pal tmñ dl txto. Hmmm 100 luks! dios T_T, fijate al cruzar la pista ps... q aun t qremos vivo... aun xD mntira krlitz tkm!

Anónimo dijo...

Fabiolilla, me dio PEREZA terminar jaja es q staba cansadito!! jaja a la prox prometo uno mas largo!! gracias por comentr!