24 enero 2010

!Que acelere el chofer, que acelere el chofer!: es que estoy aprendiendo a manejar!!!

No recuerdo bien en qué pasaje de la Iliada -me parece que es en el Canto XV ó XVI- se hace mención de algo así como "Es la negra Muerte que nos ronda". En todo caso, pues la negra esa -racismos tontos aparte, y que viva Ramón Castilla y Luther King, carajo- nunca ha estado tan cerca de mi vida. Tengo la impresión de que toda la culpa no es de ella, no la juzguen mal a la pobre, pues nunca en mi vida, tampoco, he estado tan cerca del peligro.

Si, si... Es que estoy aprendiendo a manejar...

En 1997 yo tenía siete años, me daba volantines en el patio; me ponía calzoncillos en la cabeza, medias en la boca y una correa más tres ganchos de ropa completaba mi super sagrada armadura de sagitario. También, ante la voluntad de fierro de mi madre de no comprarme más muñequitos - jaja, "MAMI COMPRAME PUEEEES"- los pensaba, dibujaba, pintaba, recortaba sobre el cartón de las cajas de cajas de medicamentos que -mis papás trabajan en el sector salud- había en mi casa y feliz de la vida me ponía a jugar. Recuerdo todo ello, claro, y lo recuerdo con un moqueo bravo, la infancia ahi queda y nadie la mueve; pero ahora que estoy aprendiendo a manejar han llegado a mi cabeza recuerdos que, debe ser asi, estaban un poco empañados. La semana pasada hablaba con un amigo mientras comíamos papitas de tres lucas cuando el recuerdo de yo de niño, al volante del auto de mi papá, !SUÁCATE! aterrizó.

Es verdad, cuando era niño mi papá solía sentarme en sus piernas y decirme: "A ver, hijo, maneja, maneja", "¿Es que yo no sé papá, y si me choco?" "No, no, tu maneja, nomás", y yo en sus piernas tomaba el timón y por breves segundos me sentía grande, me sentía fuerte, me sentía importante. Uno crece sin darse cuenta, la última vez hablaba con mi hermano y le hablaba del cassette, del vhs, de Karina y Timoteo y él me miraba rarísimo, de seguro no tenía ni idea de lo que decía.
Los años pasan, pasan, y ahora que estoy aprendiendo a manejar en serio, ya no en las piernas de mi papá, que no es un juego ni nadie me protegerá si me equivoco; extraño un poco esa época, como extraño el colegio, como extraño jugar carnavales, jugar a los policías y ladrones o mandar cartitas de declaración a mis amigas de primaria. Pero también sé que hay que saber dividir las cosas, y tengo que aprender rápido y bien para sacar ese bendito brevete cuanto antes, (negra muerte cerca o negra muerte lejos, como sea y muy a pesar de que mis instructores andan con el corazón en la mano cuando me subo al carro) y ¿por qué no? un día ir a visitar a mi papá y decirle a ver papá, súbete, ¿a dónde quieres que te lleve?

POSDATA: Toda la suerte del mundo para mi amiga Brissa, que anda en las mismas que yo.
Que la fuerza nos acompañe, y nosotros y al pie que tiene que pisar !A FONDO! el embrague.

Krlos !!

2 comentarios:

- dijo...

jajajaajaj xD no importa lo q digan los instructores xD si yo te doy el visto bueno (tssssssss) basta y sobra xD! jajajjajaja =) es bonito recordar esos tiempos, donde todo era más simple =) pero dicen q nadie carga una cruz q no sea capaz de soportar...

Anónimo dijo...

ayyy! maldita calse de manejo que tan solo me dejabn ir en tercera jajajaja
Brissa!
PD: no recuerdo mi clave ni mi usuario para entrar jajaja